Una de Zapatero

El Presidente del Gobierno suele obsequiarnos, con una frecuencia mayor de la deseada, con frases, pseudo reflexiones que están a caballo ente lo cursi y la vaciedad. Eso es lo que sucedió la pasada semana cuando en una conferencia pronunciada en el Centro de Estudios Constitucionales como motivo del XXX aniversario de la aprobación de la Constitución, Zapatero soltó una de sus “perlas” a las que, reitero, nos tiene bastante acostumbrados.

En un momento de su intervención, el Presidente se refirió a que la Carta Magna “ha permitido trazar una línea nítida entre la lícita acción política y la colaboración con el terrorismo”. Si se hubiera quedado ahí, no estaría mal, se habría decantando por lo obvio, pero no, Zapatero nunca defrauda, y a continuación advirtió al auditorio que hay que tener cuidado porque “el bisturí tiene que extirpar las células cancerígenas que se aprovechas de la vitalidad del cuerpo, pero con cuidado de no rozar el corazón del pluralismo”.

Si como todo el mundo entendió, esa afirmación del Presidente estaba relacionada con la polémica de los últimos días sobre la escasa voluntad política del Gobierno para desalojar de los Ayuntamientos vascos y navarros al brazo político de ETA, ANV, ¿que estaba queriendo decir Zapatero con esa apelación a tener cuidado para no rozar el “corazón del pluralismo”?

¿Acaso piensa el Presidente del Gobierno que entre los votantes de la llamada izquierda abertzale hay alguno que respete las reglas de la democracia? ¿Cree Zapatero que si ANV es expulsada de las Instituciones se esté causando algún tipo de daño al sistema democrático? Sería terrible si esto fuera así, pero la ambigüedad de la frase permite todo tipo de interpretaciones.

De momento, los hechos son que si ANV, partido ilegalizado por el Tribunal Supremo por formar parte de ETA está en 42 Ayuntamientos del País Vasco y Navarra, es por culpa de Zapatero que en su momento, permitió esa presencia ya que le convenía para seguir adelante con su proceso de negociación política con ETA que intentó durante la pasada legislatura. Si ahora, tras esa ilegalización y ante hechos tan flagrantes como que los concejales de ANV no hayan querido condenar los atentados de ETA que han costado la vida a Isaías Carrasco en Mondragón o a Ignacio Uria en Azpeitia, el Presidente y el Gobierno siguen mareando la perdiz aduciendo dificultades de tipo jurídico para llevar a cabo la disolución de esos Ayuntamientos donde gobierna ANV, lo lógico es que los ciudadanos piensen mal, desconfíen de Zapatero.

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La credibilidad del Presidente del Gobierno en lo referido a la lucha antiterrorista quedó muy dañada tras las mentiras de la pasada legislatura, cuando tras el atentado de la T-4 de Barajas aseguró a todos los españoles que no habría mas reuniones con ETA, y luego reconoció que si se habían celebrado. Lo mismo que cuando se ha sabido que sobre la mesa se pusieron cuestiones de carácter político –derecho de autodeterminación, futuro de Navarra- que no pueden nunca ser objeto de un trueque entre un Gobierno democrático y una banda terrorista.

Fruto de esa desconfianza que el propio Zapatero sembró, ahora se especula con una posible vuelta a las andadas, es decir, a una nueva negociación Gobierno-ETA, tras las elecciones autonómicas vascas que tendrán lugar la próxima primavera. El hecho de que el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, haya dicho que ese escenario es algo que pertenece al pasado y que nunca mas volverá a darse, lo único que produce es hacer más creíbles esas especulaciones.