“Por encima de todo”

“Tened claro que por encima de todo voy a seguir intentándolo” dijo textualmente el Presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luís Rodríguez Zapatero, el pasado sábado ante el Comité Federal de su partido. Semejante declaración de intenciones de quien está metido de hoz y coz en un proceso de negociación con ETA no hace más que agrandar la grave preocupación existente en la sociedad española por la marcha del mal llamado “proceso de paz”.

Porque esta declaración de intenciones de Zapatero se produce después de que ETA robara el pasado 24 de octubre en Francia, 350 pistolas y 9.000 cartuchos, sin que por cierto, ni el Presidente del Gobierno ni el Ministro del Interior hayan reconocido la paternidad etarra en el citado robo. Se produce después de que ETA primero en sus comunicados y Batasuna después en sus ya casi diarias ruedas de prensa estén dejando meridianamente claros cuales son sus objetivos irrenunciables: derecho de autodeterminación, unidad territorial de Euskal Herria –es decir, integración por las buenas o por las malas de Navarra en Euskadi- y presos a la calle. Se produce después de que en las últimas estemos asistiendo a un grave y preocupante recrudecimiento de la denominada “kale borroka” o de la extorsión a empresarios mediante cartas en las que se les solicita importantes cantidades de dinero.

Por lo tanto, cuando el Presidente del Gobierno dice que los seguirá intentando “por encima de todo”, ¿a que se refiere?, ¿Qué mensaje quiere hacer llegar a ETA? Porque de nada vale que a continuación diga que todo lo hará “desde la fuerza de la legalidad, desde los principios democráticos y desde el respeto y la máxima consideración a las víctimas”. A estas alturas del “proceso” ya es muy difícil que cuelen esas mentiras y/o palabras vacías de Zapatero. Cuando el Presidente habla de la “fuerza de la legalidad” ¿se está refiriendo quizás a la no aplicación en la práctica de la Ley de partidos? Cuando se refiere a los “principios democráticos”, ¿está pensando en la reunión que el alentó, de su partido, el PSE, con una formación política ilegalizada por ser parte de un entramado terrorista, como es Batasuna? Cuando habla de respeto y máxima consideración a las víctimas, ¿está pensando en el nulo caso que les ha hecho a sus reiteradas peticiones de memoria, dignidad y justicia?

El “por encima de todo” de Zapatero sólo se puede explicar desde dos supuestos: o está intentando preparar a la opinión pública ante lo que puede ser un sonoro fracaso de su mal llamado “proceso de paz” o a que es lisa y llanamente mucho más irresponsable de lo que ya ha demostrado desde que llegó a la Moncloa, en este delicado terreno de la política antiterrorista. Cualquiera de los dos supuestos es preocupante: el primero, porque una vez más, el Presidente del Gobierno está intentando engañar a los españoles. En lugar de asumir que se ha equivocado y que con ETA no hay nada que negociar, prefiere marear la perdiz y hacer declaraciones huecas y vacías, pero que en el fondo ocultan la verdad de lo que en realidad está sucediendo: que ETA le ha tomado la medida a este político débil y sin principios que es Zapatero.

Por todo ello, tiene su sentido la nueva manifestación que la Asociación Víctimas del Terrorismo ha convocado en Madrid el próximo sábado día 25. Si la mayoría de los españoles están profundamente preocupados con lo que está haciendo Zapatero con su mal llamado “proceso de paz”, ese descontento, esa desazón es lógicamente mayor en quienes han sufrido directamente la barbarie y la sinrazón del terrorismo de ETA. Por eso, el próximo sábado seremos muchos los españoles que volveremos a salir a las calles de Madrid para, por una parte, estar junto a las víctimas y por otra, volver a decir a este Gobierno y a este Presidente que ni negociación ni rendición ante una banda terrorista. De momento, queda el recurso de la calle. Ya llegarán las urnas.

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