La ciencia del TSCM: profundizando en contramedidas y el barrido electrónico

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En los últimos años, unas siglas han surgido con fuerza en el ámbito de la seguridad: TSCM. Estas cuatro letras responden a las palabras Technical Surveillance Counter-Measures, traducidas al español como contramedidas electrónicas. Se trata de un protocolo que busca fallos en la seguridad de la información en distintos dispositivos electrónicos y espacios de trabajo.

Empresarios, políticos, emprendedores tecnológicos… Cada vez son más las personas preocupadas por la seguridad en sus aparatos de trabajo y en sus sistemas de comunicación. El avance de la tecnología ha sido muy favorable en muchos aspectos, pero también lleva asociados algunos riesgos: espionaje, duplicación de datos, robo de información…

En este sentido, las personas que manejan información delicada necesitan tener la certeza de que tanto sus aparatos como sus lugares de trabajo son seguros y están libres de cualquier presencia indeseada.

Así surge la ciencia del TSCM. Los profesionales del sector engloban dentro de las contramedidas y el barrido electrónico todas aquellas acciones que están enfocadas en localizar y neutralizar todos los dispositivos de espionaje que se utilizan contra empresas, políticos o cualquier otra persona o entidad.

Detectar dispositivos espías

Puede parecer de película, pero lo cierto es que el espionaje industrial y político es algo que está a la orden del día.

Así lo reconocen los profesionales del sector del espionaje, que aseguran que en los últimos años se han incrementado notablemente los intentos de ocultación de cámaras espías, grabadoras de voz y micrófonos camuflados en despachos y oficinas.

Esto se extiende a dispositivos como el teléfono móvil o la tablet, que pueden ser intervenidos a través de software espía que duplican la pantalla a un tercero y ofrecen acceso a toda la documentación, contraseñas, etc.

“Ante cualquier sospecha de estar siendo espiados, lo mejor es contar con la auditoría de un profesional”, explican los profesionales del sector. 

El proceso del barrido electrónico

El barrido electrónico de un espacio o un dispositivo comienza por un estudio riguroso del mismo. Gracias a este examen visual es muy posible identificar algunos micrófonos o cámaras ocultas en apenas unos minutos. Para asegurar que la instalación o el aparato ha quedado completamente libre de ojos y oídos ajenos, se lleva a cabo un segundo análisis con la ayuda de tecnología avanzada que ayuda a detectar dispositivos de espionaje.

 

Detectores de radiofrecuencia o cámaras térmicas forman parte de esta segunda fase, que permite llegar a la tercera: la confirmación de que el espacio está completamente libre de amenazas.

El último paso del proceso es ofrecer al cliente una serie de pautas de seguridad y precauciones que se pueden implantar tanto en los espacios físicos como en los dispositivos para evitar nuevos intentos de espionaje.

Gracias a su pericia y al apoyo de los aparatos más avanzados, los procesos de TSCM son cada vez más eficientes y permiten que aquellos profesionales o políticos que han sido espiados puedan vivir su día a día con la tranquilidad de que ya no hay nadie intentando acceder a sus conversaciones y documentación privada.

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