Guardias civiles reclaman más control económico por el goteo de escándalos de altos mandos

La Guardia Civil detuvo hace unos días a un comandante de la Guardia Civil, que está destinado en la Embajada de España en Venezuela. Se sospecha que pudo dar un ‘chivatazo’ a los implicados en la presunta trama de corrupción de compras públicas de mascarillas que afecta, entre otros, a Koldo García Izaguirre, asesor de José Luis Ábalos cuando era ministro de Transportes.

No es el primer caso de un mando de la Guardia Civil salpicado en escándalos recientes sobre presunta corrupción.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles repasa los casos: “El ‘Caso cuarteles’, una trama donde aparece como investigado, entre otros, Vázquez Jarava, quien fuera teniente general de la Guardia Civil, el empleo de mayor categoría al que se puede aspirar en la Guardia Civil. El ‘Caso mediador’, donde se está investigando como crimen organizado a personas con responsabilidades políticas, pero donde también aparece como uno de los presuntos responsables penales el general de división de la Guardia Civil, Francisco Espinosa, y ahora, el ‘Caso Koldo’ donde se están investigando mordidas y presiones para delinquir con la finalidad de aumentar el patrimonio personal a costa de cantidades económicas del Estado. Y aquí también aparecen miembros de la Guardia Civil, altos mandos que con su comportamiento están dañando gravemente la imagen del cuerpo”.

Esta asociación lamenta que “a pesar de que en los mayores escándalos de corrupción por los que atraviesa el país aparecen en todos ellos implicados altos mandos de la Guardia Civil, la Institución no ha llevado a cabo ni una solo medida para modificar una estructura arcaica, endogámica y que internamente obedece a comportamientos pocos éticos”, y además, a su juicio, mientras tanto “pretende dar una falsa imagen al exterior de normalidad, o incluso rozando el sarcasmo, una imagen de modernidad. Todo lo contrario”.

Por eso reclama que se establezca “un régimen de alertas ante los comportamientos que puedan afectar a la Guardia Civil que ha de estar separado de la cadena de mando y ser independiente”, y que “a su vez pueda establecer vías de acción inmediata que posibilite la erradicación de estos comportamientos”.

Desde AUGC critican que “la imagen de la Institución se está viendo seriamente comprometida y no parece haber reacción alguna en defensa de la profesionalidad y entrega de los miles de guardias civiles que trabajan cada para defender la legalidad y la seguridad de todos los ciudadanos por parte de sus máximos dirigentes”.

También la asociación mayoritaria, Jucil, reclama “más órganos internos de control de la gestión y un área de transparencia acorde con el objetivo que se espera alcanzar”.

Ha solicitado a la Dirección General que establezca más órganos de control de la gestión interna de esta institución armada, de manera que el área de transparencia se muestre acorde con el objetivo perseguido de lograr una correcta gobernanza económica dentro de la Benemérita.

“La mejor forma de saber si el sistema es eficaz es a través de la supervisión de un auditor, y si se tiene problemas con interventores militares, debido a la escasez, que se tenga en cuenta el personal civil”, propone Jucil.

De igual forma propone crear “un área de transparencia”.