Antonio Bienvenida, torero y caballero. (4).

Era hijo del Papa Negro, hermano de los diestros, Manolo, Pepe, Ángel Luis y Juan. Perteneció a una de las mas ilustres dinastías, quizá fue el miembro más destacado. Nació en Caracas en 1922. Le dió la alternativa su hermano Pepote en Madrid, en 1942. Pisó los ruedos durante treinta y cuatro años. Toreo 800 corridas y mató más de 1500 toros. Era uno de los toreros más queridos por los públicos de Madrid. Siempre sonriente, y con la simpatía que le caracterizaba. 

Antonio era un auténtico caballero y una gran persona. Luchó contra el fraude del afeitado. Don Manuel, enseñó a todos sus hijos una forma de torear, y cuidar todos los detalles: educación, compañerismo, estar siempre pendientes de la lidia bien colocados, dispuestos siempre a hacer el quite... En una palabra: torería. Comportarse correctamente dentro y fuera del ruedo.

Toreó su primera becerra a los cinco años. El 18 de septiembre de 1941, hizo una faena memorable en Madrid, en la que dió tres muletazos cambiados, ligados a naturales y rematados por el pase de pecho. Salió a hombros por la puerta grande, a pesar de pinchar tres veces. 

Sufrió una terrible cornada en Barcelona, en 1942, por empeñarse a dar un pase cambiado a un toro manso. En mayo de 1958, en las Ventas: un toro lo volteo; en el suelo, le corneo en el cuello. Gravemente herido, volvió al toro para rematar la faena. 

Lo conocí en la finca de los hermanos Huertas en una tienta. Me lo presentó mi tío Agustín Hidalgo, médico, por entonces director del Sanatorio de Toreros. Lo volví a ver en varias ocasiones en la misma finca y lo visite en una ocasión con mi tío, cuando convalecía de una grave cornada en el sanatorio. Siempre estaba de buen humor, cariñoso, torero y caballero. 

Ya retirado, en octubre de 1975, participó en una tienta en el Escorial, en la finca de Amelia Pérez Tabernero. Una vaca, 'conocida' de nombre, se quedó fuera de la plaza de tientas. Cuando abrieron la puerta, la vaca volvió a entrar y cogió desprevenido a Antonio que estaba de espalda, causándole una grave lesión en la columna. Falleció en Madrid unos días después. Su féretro salió a hombros de las Ventas entre cientos de personas que lo acompañaron hasta su última morada. 

Había salido de gravísimas cornadas, pero no pudo superar el tremendo golpe que le propinó 'Conocida'. 

Antonio, era una persona muy creyente; sabía que en cualquier momento podía matarle un toro, lo tenía asumido. Su estilo puede resumirse así: armonía y sencillez. Buscaba la perfección. Muy buena persona, caballero y gran torero. El diestro más querido por los públicos de Madrid.

Agustín Hidalgo.

 

Referencias. Andrés Amorós, El Arte del Toreo.

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