¿Cómo prevenir hongos en los pies durante el verano?

¿Cómo prevenir los hongos?

¿Cómo prevenir hongos en los pies durante el verano?
¿Cómo prevenir hongos en los pies durante el verano?

Los problemas relacionados con los hongos son muy frecuentes durante estos meses de calor. Sobre todo los encontramos en los ambientes húmedos como las piscinas, vestuarios u otras instalaciones recreativas como spas o balnearios. Con tal de prevenir estas infecciones, podemos aplicar una serie de sencillas precauciones, recomendadas directamente por el podólogo, especialista del pie.

Las micosis u hongos en los pies suelen aparecer durante la época de verano. Pueden salir tanto en la piel como en las uñas, hablaremos de dermatomicosis y de onicomicosis respectivamente, en ambos casos requieren cuidados y un tratamiento adecuado.

Otra razón de este incremento de infecciones es el exceso de sudoración durante esta época, y por lo tanto, es propicio a una infección. El calor y la humedad son unos espacios ideales para la aparición de afecciones fúngicas.

¿Cómo prevenir los hongos?

Los hongos en los pies no suelen causar dolor, pero hay signos que advierten de su presencia. Podremos observar una mancha blanca o amarilla debajo de la punta de una uña de un dedo, a medida que la infección se alarga, la uña puede presentar decoloración, engrosamiento y deterioro en el borde.

Mantener los pies limpios

Aunque sea verano, podemos llegar a ponernos zapatos y calcetines cerrados para trabajar o bien a la hora de hacer algún deporte. Para evitar este exceso de sudoración, tendremos que elegir un tipo de calzado que permita la transpiración y usar unos calcetines que sean fabricados con materiales naturales como el algodón puro. Puesto que, los materiales sintéticos en los calcetines hacen que aumente el sudor, creando el ambiente perfecto para las infecciones por hongos. Asimismo, hay que cambiarse los calcetines todos los días con tal de mantener una buena higiene del pie, prestando mucha atención al bañarse o ducharse y secarse muy bien entre los dedos de los pies.

Evitar caminar descalzo en las duchas o piscinas

Con tal de evitar caminar descalzo cuando nos bañamos en un camping, en una piscina pública o en el gimnasio, siempre tenemos que llevar unas chanclas antideslizantes. Los ambientes húmedos son los mayores culpables cuando se trata de diseminar infecciones por hongos. Por eso, después de la ducha o baño tendremos que secar bien los pies. "Además, podemos aplicar un producto antimicótico especial para el calzado, así podremos desinfectar correctamente las chanclas después de estar expuestas a ambientes propicios a la aparición de hongos", explica Raquel López Fresno, encargada de la clínica podológica Podocentro

No cubrir la uña infectada

 

Con el verano, queremos lucir ese nuevo par de sandalias veraniegas y queremos aplicar una capa de esmalte de uñas. Sin embargo, cubrir una infección es lo último que debemos hacer, ya que al aplicar una capa de esmalte sobre el hongo corta el oxígeno y sella la infección. Esto puede hacer que la infección se agrave, incluso crear una nueva infección o hacer que esta se propague si compartimos el esmalte con otra persona.

No compartir cortauñas, limas o zapatos

Los hongos pueden vivir en cualquier superficie y causar daños al estar en contacto con la piel. Al igual que el esmalte, no tenemos que compartir un cortauñas o cualquier objeto que pueda estar en contacto con nuestra piel.

Los productos y las herramientas que utilizan para realizar las manicuras y pedicuras en los salones de belleza deben estar completamente desinfectados con tal de evitar la propagación de infecciones, como por ejemplo los hongos. Por eso solo debes acudir a centros de confianza que tengan en regla todas las licencias que se requieren.

Dejar que los zapatos se ventilen

Después de entrenar no tenemos que dejar los zapatos en el armario hasta la próxima vez que los usemos, sino que, es recomendable dejarlos que se ventilen correctamente para evitar la famosa combinación de sudor y calor que pueden crear un estupendo caldo de cultivo para los hongos y las bacterias.

Otro consejo sobre el tipo de zapato, utiliza siempre un calzado cómodo y que transpire. Lo mejor es llevar zapatos con una superficie de apoyo ancha y con espacio para los dedos de los pies. Evita aquellos que acaben en punta o que sean demasiado apretados.

Con estas sencillas medidas preventivas, podremos evitar la aparición de esta patología tan indeseable en los pies, sobre todo en verano, que es cuando los tenemos más tiempo expuestos. Si por algún casual se llegase a dar esta circunstancia, con el tratamiento adecuado es posible superar esta infección, restaurar la salud y la apariencia de las uñas. La detección temprana y la atención profesional son fundamentales para evitar complicaciones y lograr una recuperación completa.

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