Cruz Roja intensifica la vigilancia en playas ante la última ola de ahogamientos

Ha desplegado 1.700 socorristas en 250 instalaciones de las 3.000 que hay en España

Socorristas de Cruz Roja en las playas de Getaria y Hondarribia/Foto: Cruz Roja (EP)
  1. 198 ahogamientos en 2024
  2. Las zonas llenas de turismo tienen más casos
  3. Corrientes peligrosas
  4. ¿Cómo escapar de una corriente de resaca
Socorristas de Cruz Roja en una playa de Las Palmas de Gran Canaria/Foto: Cedido por Ayuntamiento LPA (EP)

198 ahogamientos en 2024

Desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2024 en España han habido 198 de ahogamiento en espacios acuáticos según los datos del último informe de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Debido a esto es que Cruz Roja tiene trabajando, desde el 21 de junio al 15 de septiembre hasta 1.700 socorristas en las 250 playas donde opera a nivel nacional durante la temporada alta del año de las 3.000 que hay en todo el territorio nacional.

Las zonas llenas de turismo tienen más casos

Las zonas con mucho turismo y buenas temperaturas suelen ser donde hay más casos de ahogamiento, como son Canarias, Andalucía o la costa del levante -desde Cataluña hasta Almería-, según explica Miguel Ángel Arrocha, técnico del Área de Conocimiento de Cruz Roja. Actualmente, la Comunidad en donde más casos ha habido es en la Comunidad Valenciana, en las tres provincias.

También hay otros factores como las características de las playas, como “mareas, corrientes o zonas de acceso”, añade. “El hecho de que no haya cobertura en una playa nos puede dar la sensación de paraíso, de que no nos molesta nadie”, pero esto implica que en caso de que haya una emergencia no tendremos forma de comunicarnos con “los equipos de emergencia”, por lo que habrá un retraso en la asistencia.

Corrientes peligrosas

Aunque una playa parezca que es totalmente segura, puede haber algo que haga que no sea así. Es muy importante cuando alguien va a la playa que “tenga claro cuáles son esas actitudes de autoprotección”, explica Miguel Ángel Arrocha. Es decir, ver si la bandera de la playa es verde, amarilla o roja -lo que indica si el baño es o no es un riesgo para nuestra vida- o saber percatarnos cuando es posible que haya en la playa una corriente de resaca o de retorno.

Cartel de recomendaciones ante una corriente de resaca o de retorno/Foto: Centro de Coordinación de Emergencias (EP)

Las corrientes de resaca son aquella que se producen donde rompen las olas y que hacen como un efecto de succión hacia mar adentro, es decir, que te alejan de la orilla. Normalmente no se detectan en la orilla porque no producen un movimiento en la arena muy llamativo, pero si observamos el mar podemos ver que las olas están rompiendo y “hay un tramo de 10 a 20 metros en donde no lo hacen”, aclara desde Cruz Roja. Cuando esto ocurre lo más probable es que en esa zona haya una corriente de resaca o de retorno.

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¿Cómo escapar de una corriente de resaca?

Lo más lógico es pensar que para poder escapar hay que nadar hacía la orilla, pero en el caso de una corriente de resaca o de retorno esto es un grave error. Lo único que conseguiremos con esto es quedarnos sin fuerzas para mantenernos a flote y ahogarnos. La mejor forma de escapar de este tipo de corrientes es “nadar en paralelo a la orilla”, recalcan desde la Cruz Roja, es decir, ir a la izquierda o a la derecha. En el momento en que veamos que la presión o la fuerza de la corriente ya no es tan grande, incluso inexistente, es cuando ya podremos nadar hacía la orilla. Pero lo más importante en estos casos es “evitar el desgaste físico” de intentar llegar a la orilla por nada en línea recta.

Socorrista de Cruz Roja en Suances, Cantabria/Foto: Cruz Roja (EP)