José Apezarena

¿Dimitirá Pedro Sánchez?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante una sesión de control al Gobierno.
Pedro Sánchez y María Jesús Montero, durante una sesión de control al Gobierno.

Solo ha pasado un año desde el 23-J, y el Gobierno formado tras aquellos resultados electorales se tambalea visiblemente. En este momento, Pedro Sánchez no tiene mayoría suficiente para gobernar.

Además de bloquear la Ley de Extranjería, el martes, Junts echó abajo en el Congreso el techo de gasto, lo que apunta a la imposibilidad de aprobar los Presupuestos de 2025 y, en ese caso, a la necesidad de prorrogarlos... por segunda vez.

Y no hay que olvidar que Sánchez decidió el adelanto electoral de las generales de 2019 ante la negativa de ERC a aprobarle las cuentas.

En lo que va de legislatura, el Gobierno ha acumulado 32 derrotas parlamentarias, que no han sido más porque se ha cuidado muy mucho de evitar llevar al Parlamento propuestas verdaderamente conflictivas.

Así pues, la supuesta mayoría de gobierno ha naufragado. Junts ha dejado bien claro que ellos “no forman parte de ningún bloque”.

Por supuesto, Pedro Sánchez puede seguir en La Moncloa. Pero lo que no puede es gobernar.

Y, en cuanto a lo primero, tampoco lo tiene claro del todo, vistas las ínfulas de Junts. Más aún si, como se prevé, finalmente Salvador Illa se convierte en presidente de la Generalitat con el apoyo de Esquerra, dejando fuera los sueños de Carles Puigdemont. ¿Cómo va a reaccionar Junts?

Ya lo apuntó Gabriel Rufián el mismo martes: “Esto huele a moción de censura”. Se entiende, censura que, en su caso, saldría adelante con el voto de un muy despechado Junts.

No acaban ahí los problemas para Pedro Sánchez. Hace más de siete años, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue citado como testigo por la Audiencia Nacional en el caso Gürtel, para que certificara si había existido una caja B en el Partido Popular durante su etapa como secretario general.

 

Pedro Sánchez, líder del PSOE le pidió entonces que dimitiera, en atención a la “dignidad” de la democracia. “¿Usted se ha preguntado si un presidente interrogado por corrupción en los tribunales es la persona que realmente puede librar a España de la corrupción?”, le dijo.

Ese año 2017, durante un mitin en Barcelona, el líder socialista afirmó: “Lo extraño no es que Rajoy vaya a declarar, lo extraño es que siga siendo presidente del Gobierno”.

El martes, Pedro Sánchez ha sido citado por el juez Juan Carlos Peinado como testigo en la causa que instruye contra su mujer, Begoña Gómez, tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

Aquellas declaraciones de hace siete años se están repitiendo sin cesar en las redes sociales, y le han devuelto la pregunta de si no cree que los españoles merecen un presidente limpio de sospecha. Remedando sus propios comentarios, “lo extraño no es que Sánchez vaya a declarar, lo extraño es que siga siendo presidente del Gobierno”.

¿Dimitirá Pedro Sánchez por su implicación personal en el caso Begoña Gómez, puesto que asistió al menos a dos de las reuniones de negocios de su esposa en el propio complejo de La Moncloa?

Ya se lo ha exigido Feijóo: “Vaya imagen de país, la de un presidente en un juzgado”.

En cuanto a la pregunta que acabo de formular, mi opinión es que Sánchez no  abandona el sillón ni harto de vino, como suele decirse coloquialmente. Esa famosa 'tercera carta' a los ciudadanos de la que habla Feijóo, la de dimisión, no la va a escribir. Eso creo.

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