Etarras con piscina climatizada
La polémica ha saltado a propósito de la inauguración de la nueva cárcel de Pamplona, cuando se ha contado que estaba previsto colocar televisiones individuales y de plasma en las celdas, y que el establecimiento contaría con piscina cubierta climatizada.
Al conocerse tales datos, buen número de españoles de a pie se han sentido agraviados al constatar que ellos, que no han cometido delito alguno ni están condenados, no pueden disfrutar de lujos semejantes.
Para la nueva prisión alavesa de Zaballa, donde están encerrados un buen número de etarras, también estaba prevista la piscina cubierta y dotar a cada recluso de televisión de plasma.
Me cuentan que en Zaballa ni una cosa ni otra. Que ambos requisitos van a tener que esperar… muchos años. Motivo: que no hay dinero ni para comprar los televisores ni para mantener abierta y en uso una piscina climatizada.
¿Qué ha pasado? Pues que esos proyectos de cárceles se redactaron cuando esto parecía Jauja, en los años en que en este país hemos vivido como nuevos ricos. De polvos como esos vienen los lodos que ahora nos embarran.
Pero es que ni siquiera cuando parecía que nadábamos en euros tenía el menor sentido ese diseño de prisiones. Poner piscina climatizada a los etarras es, cuando menos, un insulto a muchísimos ciudadanos.
El que tuvo esa idea debería pedir disculpas públicamente.
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