Un tal López

Cuando monseñor Ricardo Blázquez fue nombrado obispo de Bilbao, tuvo un recibimiento de lo más desagradable desde lo ámbitos nacionalistas.

La expresión más dura de esa acogida fue la frase que utilizó el entonces presidente del PNV, Xabier Arzalluz, cuando despectivamente se refirió a él llamándole “un tal Blázquez”.

No hay en mí la menor intención peyorativa por mi parte, para referirme ahora al ‘lehendakari’ del Gobierno Vasco, Patxi López. Al contrario.

Pero aprovecho el recuerdo, para referirme a sus opciones de convertirse en candidato a presidente del Gobierno de España.

Se ha contado en las páginas de ECD que el designio de Alfredo Pérez Rubalcaba, con su decisión de presentarse a la secretaría general del PSOE, ha sido y es ‘pastorear’ personalmente la sucesión de Zapatero.

Y en ese plan entra Patxi López. Rubalcaba no tiene previsto volver a optar a la presidencia del Gobierno, pero sí quiere controlar quién lo hará. Y el elegido es Patxi López. Persona a la que conoce de toda la vida y que le tiene una devoción casi filial.

Por mucho que en este momento se empeñen en echar balones fuera, diciendo que su objetivo es la Lehendakaritza (hasta que las próximas elecciones vascas le quiten el puesto) o que no aspira a liderar el PSOE (el objetivo son las elecciones generales de 2015).

Así pues, si los planes de Rubalcaba culminan, ese tal López será el candidato socialista a presidir el Gobierno.

 
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