El iPhone de Sánchez Gordillo

Juan Manuel Sánchez Gordillo, diputado andaluz por Izquierda Unida, alcalde de Marinaleda, líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores, protagonista principal de este verano por sus ‘ocupaciones’ escasamente pacíficas, ha perdido su iPhone.

Bueno, más bien parece que, en lugar de perderlo, alguno se lo ha afanado. Alguien que, por tanto, estaba muy cerca de él.

No está ahí la noticia. Está en que ya tiene un nuevo aparato telefónico de última generación, que es, como todo el mundo sabe, un producto relativamente caro.

Lo tiene, no porque lo haya comprado de su bolsillo. Se lo ha repuesto, gentilmente, el Parlamento Andaluz que, como es sabido, ha dotado a todos los diputados regionales de los más avanzados equipos informáticos.

Y ahí es donde duele. Una comunidad autónoma a punto de pedir el rescate, que ha solicitado al Gobierno un adelanto económico para poder afrontar los pagos más urgentes, se permite gestos así.

Ya sé que un iPhone no va a ninguna parte. Y que las dificultades de la Junta de Andalucía circulan en otras dimensiones. Pero se trata de los gestos. Y de la buena pedagogía.

Si Sánchez Gordillo perdió su teléfono (o se lo birlaron), tenía que habérselo comprado él de su bolsillo, o, en caso contrario, quedar incomunicado. Como les ocurriría al común de los mortales. Salvo que sean políticos.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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