El juez ha hecho un flaco favor a Urdangarín

José Castro, juez instructor del Caso Babel, ha hecho un flaco servicio al más famoso imputado en ese sumario, Iñaki Urdangarín. Supongo que no ha sido nada deliberado.

Sabido es que el magistrado tiene la potestad de regular cómo deben desarrollarse los trámites judiciales, y concretamente la toma de declaraciones.

El defensor de Diego Torres había solicitado que las comparecencias se grabaran mediante sistemas audiovisuales (toma directa de imagen y sonido). Y Castro lo concedió.

Posteriormente, el abogado de Iñaki Urdangarín planteó que, en el caso de su defendido, la deposición se tomara únicamente por escrito, sin grabaciones. Y el juez también ha accedido.

Tal es el desarrollo de los hechos, desde el punto de vista temporal.

Sin embargo, esa última decisión del magistrado constituye en realidad un muy flaco favor al duque de Palma. Porque, aun respondiendo a la solicitud del abogado, la excepción de que su testimonio se tome por escrito ha sido inmediatamente interpretada como un trato especial.

Como decimos, el juez tiene potestad de decidir el desarrollo del trámite de declaración. Sin embargo, al margen de peticiones concretas, debió aplicar el mismo rasero a los implicados.

O grabación en DVD para todos, o testimonio por escrito para todos. Porque, si no, insisto, la ‘lectura’ que se hace, que se ha hecho, es que existe un trato especial para el yerno del rey. Y eso, al menos socialmente, no trabaja a su favor, sino en contra.

El juez ha hecho un flaco favor al Iñaki Urdangarín con su providencia. Como digo, supongo que no ha sido deliberado.

 
Comentarios