Que no voten el matrimonio gay

Algunos medios pusieron en marcha una campaña contra Andrés Ollero, magistrado del Tribunal Constitucional, a quien ha correspondido ser el ponente del recurso contra la actual ley del aborto.

Uno de los principales argumentos son sus convicciones religiosas y el hecho de haber dejado claro con anterioridad una posición contraria al aborto.

Sin embargo, estamos ante una falsa polémica, promovida a pesar de conocerse bien que se trata de eso, de una falsa polémica.

No hay cuestión porque en realidad el Tribunal Constitucional nunca llegará a pronunciarse sobre la ley del aborto. Entre otras cosas, porque este Gobierno ya ha anunciado que va a reformarla, con lo que no tendría el menor sentido seguir tramitando el actual recurso.

En realidad, la batalla que se está jugando no es el aborto, sino el llamado matrimonio homosexual. Acerca del que sí habrá de pronunciarse el alto tribunal, y con posibilidades de que sea rechazado, y por tanto ilegalizado.

La arremetida contra un magistrado, argumentada en sus creencias íntimas, persigue en concreto inhabilitar a los miembros del TC que puedan mostrarse contrarios al matrimonio gay por tener un criterio formado, de modo que no puedan emitir su voto.

Con lo que se asegurarían que el recurso del matrimonio homosexual no saldría adelante.

Es lo que está detrás.

 
Comentarios