Comité de ‘incompetición’

Trabajan en la nebulosa. Cualquier aficionado al fútbol conoce nombres de futbolistas y entrenadores, situación y nombres de estadios, clasificaciones… pero pregúntenle ustedes a ese mismo aficionado, los nombres de los miembros del mal llamado Comité de Competición, la sede en la que se reúnen, el reglamento por el que se rigen etc., etc. y difícilmente podrá contestarles. Son la nebulosa por excelencia. Lo único que se conoce del Comité de ‘Incompetición’ son sus fallos. Fallos en todos los sentidos del término.

Y entre otras cosas son quienes deciden si el aficionado que ha pagado su abono en el mes de junio puede o no puede ver a una figura del fútbol en el siguiente partido. O sea, son los señores que juegan, además de con la competición propiamente dicha, con el dinero de los sufridos aficionados.

Tras los fallos del ‘mechero’, de la bengala lacrimógena y todos los que vienen teniendo –no emiten fallos, tienen fallos- desde el principio de temporada, ha llegado la guinda. Dos mil euros de multa a un jugador del Real Jaén, equipo de segunda división, por exhibir una camiseta con una inscripción de apoyo a los niños con cáncer.

Y es que estos señores de la nebulosa se apoyan única y exclusivamente en las actas de los árbitros –o lo que sean- y en la letra de las listas de sanciones que tienen encima de la mesa: por romper las dos piernas a un contrario, tarjeta amarilla; por mirar mal al suegro del árbitro, cuatro partidos; por agredir a un contrario que tiene que ser hospitalizado, amonestación; por decirle al árbitro que no le sienta bien el amarillo, doce partidos sin jugar.

Y así estamos de fallo en fallo y de ‘incompetición’ en ‘incompetición’.

Y algo tendrá que ver competición con incompetencia.