Diferencias PP PSOE

Lo cierto es que los políticos, todos los políticos, se parecen bastante entre sí. Hay que llegar a la conclusión de que en España hay una 'clase política'. Nacen para ello, se dedican a ello y, la inmensa mayoría practican eso de que 'fuera de la política no hay salvación'. Basta examinar algunos, casi todos, los currícula de nuestros políticos para corroborar la afirmación.

Por lógica los partidos también se parecen mucho. Salvo en sus afanes ideológicos, no siempre claros, en su funcionamiento interno son bastante semejantes.

Pero toda regla tiene sus excepciones y lo que decimos queda patente en una diferencia clara entre el Partido Popular y el Partido Socialista, diferencia que se está poniendo clamorosamente de manifiesto desde que los populares han llegado al poder tras las recientes elecciones generales.

Los socialistas en el Gobierno nos engañaban constantemente. Negaban la crisis, negaban el paro, tergiversaban la realidad, ocultaban nuestros problemas y, además, tapaban como podían sus trapos sucios, más o menos, internos.

El Partido Popular no, el Partido Popular nos cuenta la ruda realidad por la que atravesamos e incluso hay quienes piensan que la exageran. Su obsesión es la herencia recibida y demostrarnos a los españoles el 'marrón´ que se han encontrado debajo de las alfombras de sus despachos.

Si unos mentían otros dicen la verdad. Pero la verdadera diferencia está en la forma en la que los populares nos cuentan la situación. Se trata de un maravilloso ejercicio de prestidigitación del lenguaje. Unos maestros –ya que no en la comunicación- en la manera de no llamar a las cosas por su nombre.

A los tejemanejes con los presos de la ETA, se les denomina, proceso de acercamiento. A la subida del transporte, reajuste. Al aumento de nuestras cargas fiscales, ponderación de los impuestos. A las decisiones que nos machacan, conjunto armónico de medidas. A la subida del IVA, incremento sobre la imposición al consumo.

Una serie de eufemismos que no es que sean mentira, es que son una visión muy 'personal' de la realidad que quizás no todos los españoles compartimos.

No es que Rajoy mienta como dice Rubalcaba, es que nos toma el pelo a base de semántica fina.

 
Comentarios