Jorge Cafrune en campaña

Cuentan las malas lenguas que Jorge Cafrune -el cantautor de los desheredados del continente sudamericano que, gracias a sus discos y a sus recitales, tenía una situación económica más que holgada- llegaba a los pueblos en los que iba a actuar en una carreta de bueyes, con su sombrero y su poncho de campesino concienciado. Las mismas malas lenguas afirmaban que el ‘mercedes’ había quedado aparcado a pocos kilómetros en el garaje de algún hotel de lujo.

Algo parecido se insinuaba de Carlos Mejía Godoy y su conjunto de Palacagüina que también trovaban al pueblo y reivindicaban justicia para los más pobres.

Pues en esas estamos. Fuera la corbata que es símbolo de señoritismo y todos descamisados, salvo Basagoiti; todos cercanos al pueblo; todos junto a los más pobres y todos con ojeras de noches de insomnio causadas por la preocupación por los votantes necesitados, que ya se sabe que nadie va a quedar abandonado a su suerte.

Es igual el partido o lo tendencia política. Hay que sonreír, besar, estrechar manos y repartir abrazos a diestro y siniestro. Es la hora de decir a cada uno lo que quiere oír y de ‘quedarse’ -en el sentido más negativo del término- con el personal. Y el personal acude y aplaude y sonríe. Hay sospechas de que algunos del personal son profesionales del mitin, tal y como en los cócteles de las grandes ciudades hay profesionales de la croqueta y el canapé.

Todo hay que adobarlo con una enorme preocupación por la juventud. El escenario debe de estar ocupado por jóvenes que, a una señal del regidor, agitarán banderas, sonreirán y harán signos de aprobación con la cabeza.

¿Contenidos? Los de siempre, los de todas las campañas. El bienestar, el paro, el nosotros haremos y el ellos no lo hacen... Simple pero eficaz y además el optimismo. Todos van a ganar y ninguno, de momento, se plantea coaliciones para gobernar. No las necesitamos no contemplamos esa hipótesis.

En esta campaña hay una novedad: ‘la silueta obama’. El que más la explota es Ibarretxe pero ninguno se priva y hasta nos colocan la musiquilla del político americano.

Y pensar que a algunos españolitos les suena exótica la verborrea de Hugo Chaves…

 
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