Espe, la pirómana

Menuda montó este martes la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Hábil como pocos en el manejo de los gestos, las consignas y los movimientos de opinión, ayer lanzó a la arena el debate sobre si se debe cancelar o no la final de la Copa del Rey para jugarla en un recinto sin público en el caso de que se pite el himno nacional.

Ya opiné sobre el fondo de esta cuestión. Pero quiero referirme hoy a la catarata de reacciones que ha generado esta intervención. Porque resulta ilustrativo, creo.

Nada más difundirse las declaraciones de Esperanza Aguirre se armó la de San Quintín. Todos los partidos catalanes y vascos, con el Gobierno de Patxi López a la cabeza, arremetieron contra la lideresa. Ardió Troya.

Hubo hasta ‘fuego amigo’ en la persona del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, del presidente del Congreso, Jesús Posada, y del propio Antonio Basagoiti que, desde el Partido Popular, también envió un recadito a la presidenta.

Pero lo que me ha dejado realmente perplejo es el abanico de descalificaciones personales que le han dedicado desde diversos colectivos. “Pirómana”, “inquisidora mayor”, “extremista”, “radical”, “fundamentalista”...

Quienes así se han expresado son incluso políticos, es decir, personas llamadas por los ciudadanos a ejercer, con prudencia y responsabilidad, un cargo público. Sin embargo, esos calificativos no refieren un desacuerdo, una crítica argumentada a partir de una propuesta sino, simple y llanamente, odio.

No todo lo que hace Esperanza Aguirre me parece bien. Pero sí admiro una cosa por encima de todo: su valentía.

Esta mujer no se achica ante nadie y dice lo que piensa. Se atrevió con los liberados sindicales, con la fiesta de los toros (en aquella foto memorable, capote en mano, en una plaza madrileña), con los interinos, con los servicios mínimos durante la huelga de Metro en la capital, con los chicos del 15-M...

 

Quizás esto es lo que lleva a sus rivales a perder la compostura y pasar tan rápidamente al insulto: su capacidad para manejar la propaganda como sólo la izquierda sabe hacer. Quizás esa eso.

Más en twitter: @javierfumero

Comentarios