Mariano Rajoy no enamora

Toca hablar de Rajoy porque, mire usted por dónde, el presidente del Gobierno ha acudido a una rueda de prensa. Y eso es noticia.

Ha sido allí, en Moncloa, junto al primer ministro de Holanda, donde ha dicho –estrechado a preguntas por los periodistas- aquello de: “Si quieren saber pregúntenme a mí”.

Se refería al eco de voces de su Gobierno y del Partido Popular que han lanzado estos días datos contradictorios sobre la situación financiera y nuestro sistema bancario.

Rajoy ha dejado claro que es el único portavoz autorizado. Tomamos nota. Pero la cuestión, señor presidente, es que usted se deja preguntar muy poco. A usted no le gusta nada mostrarse, prefiere el perfil bajo.

Hay que ver cómo han cambiado las tornas.

Cuando Zapatero afrontaba su último año al frente del Ejecutivo y notaba que su encanto se esfumaba, que su conexión con los ciudadanos caía en picado, Rajoy recurría a los símbolos y las emociones. Una foto en la cola del paro, un traje de chef para servir en un comedor social, se mostraba como un hombre fiable, a pie de obra, sensato y razonable.

En frente, Zapatero se mostraba más sobrio. Creía que “la verdad” de las cosas se impondría, que sus buenas intenciones iban a exculpar al PSOE ante los votantes, que su optimismo inquebrantable cambiaría el propio devenir de la historia. Volvería su tradicional buena suerte, su ‘baraca’, y le sacaría del entuerto.

Ahora es al revés.  Ahora es Rajoy el que se ha dejado de gestos y carantoñas. Opta por la contención y la reserva. Considera que la verdad de los hechos se impondrá por sí misma, sin que sea necesario elaborar un discurso, un relato, para que los sacrificados españoles entiendan el sentido de las privaciones que les está tocando padecer.

El resultado es que van pasando los meses y Rajoy sigue sin enamorar, los hechos apenas se entienden y los ciudadanos de a pie van sumiéndose en la perplejidad.

 

La única noticia positiva para el líder popular es que, entre tanto lío, el líder de la oposición tampoco cuaja. El diario El País publicará este fin de semana una encuesta de Metroscopia que confirma lo inaudito: Rubalcaba cae en valoración entre los propios votantes socialistas.

Lo nunca visto.

Más en twitter: @javierfumero

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