La X de Zapatero en el ‘caso De Juana’

El líder del PSOE –y presidente de Gobierno hasta que los españoles decidan lo contrario- ha dado muestras de que tonto no es. Para llegar hasta donde ha llegado, ha debido de atravesar mares políticos infectados de tiburones, sortear campos de primarias plagados de minas, hacer equilibrio sobre resbaladizas alianzas nacionalistas que a otros les han supuesto severos costalazos… Y él sigue ahí. Siempre cayendo de pie. Como los gatos. Por eso digo que tonto no debe de ser.

Y el ‘caso De Juana’ no resulta una excepción. Lo que sucede es que Zapatero tiene un plan. Mejor dicho: tiene una ‘extratégia’. El palabro es del propio ZP, y fue utilizado durante el Debate sobre el Estado de la Nación del año 2005. El jefe del Ejecutivo se disponía a replicar al líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y tomaba notas en un cuaderno escolar, cuando allí, bajo la palabra “Gaspar”, garabateó aquello de “Sector Público” y, a su lado, el vocablo “extratégia”. Sin comillas, con la equis, con acento, de su propio puño y letra.

Zapatero tiene una ‘extratégia’. Y ese plan le dice que vale la pena el envite. Por eso no le ha importado ‘quemar’ en el empeño a su ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el hombre más fiel y más ‘extratégicamente’ importante del inquilino de La Moncloa. Por eso no le ha importado tampoco provocar una reacción de indignación nacional como no se veía en España desde hacía mucho tiempo.

Se percibe en la calle, en la radio, en Internet. El país está grogui, dolorido en lo más íntimo, desgajado, partido en dos, furibundo y resentido ante una decisión presidencial humillante para algunos, tremendamente equivocada para otros, desconcertante para los más benévolos e injuriosa para los familiares de las víctimas del terrorismo.

Pero Zapatero permanece imperturbable, a cuenta de su ‘extratégia’, así, con una equis gallarda, equis de incógnita, equis que evoca un misterioso empate: yo te doy un caldito, y ahora tú me das… ¿Qué, señor Presidente? ¿Qué espera usted de ETA a estas alturas? ¿Otro comunicado? ¿La simbólica entrega de un puñado de pistolas robadas? ¿Más declaraciones de buenas intenciones para permitirles acudir a las elecciones? ¿Qué espera, don José Luis?

¿No fue ya clarividente para usted la bochornosa lección de Barajas? Hace sólo ocho semanas, ocho, le explotó (esta vez sí, con equis), en todo el talante, el parking de la Terminal 4. Sólo unas horas después de su buenista declaración sobre aquel 2007 que nos iba a deparar tanta paz y concordia, hubo que lamentar dos muertos inocentes. Pum paz. Pum concordia. Bochorno olvidado.

Estén atentos a los acontecimientos de los próximos días. El político leonés tiene también su “cuaderno azul”, modesto clon de aquella famosa libreta donde José María Aznar mantenía escrupulosamente guardados lo secretos más inconfensables y reservados de sus decisiones presidenciales. Ahora también todo está medido. Todo está calculado.

Es cuestión de esperar y la famosa X de Zapatero sobre el ‘caso De Juana’ acabará apareciendo. El inconveniente es que cada vez son más los que se cansan de esperar o, directamente, les da igual qué o quién se esconda tras la equis presidencial. Pero a esos, que los frene José Blanco, el ‘extratega’.

 
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