La mujer de Rajoy no monta pollos

Estaba pensando el otro día en que, a estas alturas, apenas hemos oído hablar de la esposa de Mariano Rajoy.

Ayer se cumplieron dos meses exactos desde la toma de posesión del presidente de Gobierno, y no hemos tenido noticias de Elvira Fernández Balboa, que así se llama la discretísima primera dama.

‘Viri’ lleva años ayudando a Rajoy a mostrar una imagen “más familiar”. Ha estado públicamente a su lado cuando lo ha visto conveniente, en mítines, viajes oficiales, citas relevantes... Pero todo con mucha discreción.

Quizás el gesto que más ha impactado a los españoles, pero también en el propio Partido Popular, fue aquella aparición en el balcón de Génova la noche electoral de las generales de 2008, tras la durísima derrota de Rajoy ante Zapatero, abrazando y ‘sosteniendo’ a su marido. Ella quiso estar allí. Fue una decisión personal, que la define.

Lleva el peso de la educación de sus dos hijos, Mariano (12 años) y Juan (6 años) y, pese a lo que pudiera parecer, es mujer de una fuerte personalidad. Quienes la han tratado de cerca la definen como “inteligente”, “muy lista”. Va a ser ella misma, pase lo que pase.

Ha evitado las declaraciones públicas, algo que la asemeja a Sonsoles Espinosa, la mujer de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero tengo para mí que con Elvira este comportamiento va a ser incluso más pronunciado.

Elvira Fernández ha optado por un perfil bajo.

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