Víctimas de todo el mundo

Colombia, más concretamente su capital, Santa Fé de Bogotá, acaba de ser la sede del II Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo,  que es continuación del celebrado hace un año en Madrid por iniciativa de la Universidad San Pablo-CEU  y la Fundación Víctimas del Terrorismo. Este II Congreso -al que he tenido la oportunidad de asistir junto a un grupo de víctimas españolas- ha sido una demostración palpable del inmenso dolor que causa el terrorismo en cualquier parte del mundo. No había mas que escuchar los testimonios de las víctimas de países tan diferentes donde el terrorismo se ha hecho presente, para reafirmarse que  en su combate y erradicación hay que empeñarse con decisión y firmeza.

Víctimas del atentado del 11-S en Nueva York, del IRA en Irlanda del Norte; del ataque terrorista que sufrió la Escuela de Beslán en Rusia; de Israel, de Chile, Argentina, de Colombia y por supuesto de España, fueron sembrando con sus testimonios, durante los dos días que duró el Congreso, un reguero de humanidad, que transportaba dolor, pero también serenidad, entereza moral y dignidad, mucha dignidad.

Especialmente impactante es el caso de Colombia, donde las cifras lo dicen todo: en el 2004, un total de 20.000 personas perdieron la vida como consecuencia de actos terroristas, cometidos bien por las FARC o por los paramilitares. En la actualidad, 5.000 personas permanecen secuestradas en algún lugar de la selva, muchas de ellas cumpliendo varios años de privación de libertad. Era muy impresionante observar en la primera fila de los asistentes a este II Congreso no menos de doce personas en sillas de ruedas, por haber sufrido diversas mutilaciones en su cuerpo como consecuencia de actos terroristas.

El actual Presidente de la República de Colombia, Álvaro Uribe, que clausuró este II Congreso, está mostrando con hechos su determinación de combatir esta situación con firmeza, aplicando todo el peso de la ley, no cediendo al chantaje que suelen plantearle los terroristas en forma de "canje de prisioneros", aunque no está dejando de tener sus dificultades, por la incomprensión que su política produce, sobre todo, en los familiares de las personas que tienen a algún pariente secuestrado.

Las víctimas españolas que acudieron a este II Congreso ofrecieron unos testimonios que impactaron enormemente al auditorio que les escuchó. Irene Villa consiguió poner en pie a todos los asistentes, después de resumir con gran sencillez y humanidad como es su vida después de en 1991, cuando tenía doce años, una bomba-lapa colocada en los bajos del coche que conducía su madre, hizo explosión y la arrancó de cuajo las dos piernas: "los terroristas -dijo Irene- intentaron quitarme la vida, no lo consiguieron, y desde luego, lo que no me arrancaron fue la esperanza y las ganas de vivir".

Pero también fue emotiva la exposición de Gotzone Mora, explicando cuales son sus "condiciones laborales" en las que desarrolla su trabajo de profesora en la Universidad del País Vasco, a la que acude a dar clases "acompañada" por no menos de ocho policías. Lo mismo que la intervención, llena de serenidad y entereza, de los padres -Gabriel y María del Pilar- de Juan Pablo Moris Crespo, que perdió su vida el 11-M cuando se dirigía a su trabajo. El Presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), José Alcaraz explicó la necesidad de que las víctimas sean respetadas por los poderes públicos y adelantó las líneas generales del manifiesto que bajo el título "Memoria, Dignidad y Justicia" está preparando la AVT. Carmen González Armas, gerente de la Asociación de Ayuda a las víctimas del 11-M, expuso de forma clara cuales son las reivindicaciones que esperan las víctimas de este brutal atentado.

El II Congreso Internacional fue inaugurado por el ex -Presidente del Gobierno José María Aznar, cuya sensibilidad y cercanía a las víctimas quedó demostrada ya hace un año en el Congreso Madrid y que ahora ha vuelto a dejar plasmado en Colombia. En su conferencia, Aznar animó a combatir con firmeza el terrorismo en cualquier parte del mundo, y tuvo una referencia muy concreta y especial de apoyo a Colombia y a su Presidente Uribe, de quien alabó la forma en que está haciendo frente a los grupos terroristas e su País.

Desde el punto de vista de España, el único "lunar negro" de este II Congreso lo constituyó la ausencia de una representación del Gobierno al nivel exigible en un even

 
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