Vida, mucha vida, en televisión

Hemos terminado un año y hemos comenzado otro. Es tiempo de balances, buenos propósitos, estrenos, rebajas, vuelta a la normalidad y de colecciones por fascículos. También para la televisión. Sin lugar a dudas, las cadenas están haciendo sus balances y tienen una larga lista de buenos propósitos que cumplir, entre ellos aquellos que pactaron con el Gobierno a finales del año pasado para acabar con la telebasura y proteger a la audiencia infantil. De momento, yo no he percibido ningún cambio importante. La programación de estas Navidades ha sido como la de todos los años, a pesar de que la Vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega —o de la Vogue, como ustedes prefieran-, afirmase que su objetivo era que en estas fechas ya se notara el nuevo talante en la programación. Donde sí se han producido cambios es en el liderazgo anual de audiencias. Las cifras son llamativas e implican un punto de inflexión en la historia de la televisión en España. Por primera vez, desde la aparición de la competencia en el mercado televisivo, una cadena privada consigue liderar un año. Tele 5 es líder con una cuota de pantalla del 22,1%, TVE 1 segunda con un 21,4% -ha perdido dos puntos respecto al año pasado- y Antena 3 tercera con un 20,8% de share -es la cadena que más sube, 1,3 puntos-. Si Televisión Española no logra levantar cabeza, a mediados de 2005 en el ranking interanual, puede pasar a la tercera plaza, ya que desde junio de 2004 ocupa esta posición —con la excepción de agosto, que fue segunda-. Los datos sobre target comercial también arrojan conclusiones importantes. Tele 5 es líder indiscutible con un 25,2% del público objetivo con más valor publicitario, Antena 3 segunda con el 21,9% y TVE 1 tercera con un 17,8% -por debajo de su share medio anual-. La cadena pública no sólo ha quedado relegada a la tercera posición en los últimos meses, sino que, además, su público es el que menos valor tiene desde el punto de vista comercial. Mal camino para paliar la inmensa deuda de Radiotelevisión Española. Más servicio público y menos deuda pública, señora Caffarel. Por cierto, ¿qué opinan los sabios? El ranking de los diez programas más vistos está compuesto por series de ficción nacionales, fútbol y el reality show Gran Hermano. Los Serrano (Tele 5) lideran las clasificación con una media de share del 38,4% y 6.891.000 espectadores, seguidos por Aquí no hay quien viva (Antena 3), con un 35,5% y 6.582.000 seguidores. Cifras aparte, las cadenas presentan un síntoma común: la falta de un proyecto de televisión a largo plazo. Se muestran contradictorias al afirmar que están preparadas para afrontar el reto de la Televisión Digital Terrestre, que implica una multiplicación de canales y de servicios por parte de los operadores, y la ausencia de originalidad y creatividad a la hora de reelaborar sus actuales y únicas parrillas. Más de lo mismo programado de distinta forma es la estrategia más empleada, además de la contraprogramación, de la que Fernández de la Vega se ha mostrado partidaria en unas declaraciones recientes. Hemos asistido a intercambios de presentadoras entre las cadenas —María Teresa Campos en Antena 3 y Ana Rosa Quintana en Tele 5-, al surgimiento de nuevos realities —Préstame tu vida en TVE 1-, a nuevas ediciones de añejos realities —Gran Hermano y Gran Hermano Vip en Tele 5 y La selva de los famosos en Antena 3-, etc. Sin embargo, no se ha producido ningún cambio importante y a mejor en las programaciones. En el prime time seguiremos viendo series, películas, fútbol y el reality show de turno. Durante el día, programas de sucio cotilleo y magazines que se alimentan de los mencionados realities y de asuntos banales y personales de terceros. La televisión actual es más que nunca vida, vida en directo, enfrentamientos entre vidas, vidas marginales, pero en directo. Como dice el eslogan de Tele 5: “Vida, mucha vida”.

 
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