El Gobierno que está diseñando Mariano Rajoy para cuando gane las elecciones: muy corto y con caras nuevas. El dato clave es quién será ministro de Economía

Mariano Rajoy tiene fama de persona muy reservada, una característica que incluso se ha acentuado en los últimos años. No cuenta nada a casi nadie. Ni siquiera a sus colaboradores más cercanos. Sin embargo, poco a poco han ido trascendiendo algunos datos sobre qué Gobierno está perfilando para cuando gane las elecciones.

A pesar de la reserva que muestra el presidente del Partido Popular, se sabe que el Ejecutivo que está diseñando será “muy corto”, es decir, que aplicará una sensible reducción de ministerios. Ante la situación de crisis grave que padece el país, es uno de los primeros mensajes que lanzará a los ciudadanos: ajustes, recorte de gasto público.

Igualmente, la intención de Rajoy es colocar en ese Gobierno a la “nueva generación” del PP, saltándose por tanto nombres y personas “de siempre” en el partido.

La filosofía de fondo es recurrir a personas del perfil de Alberto Núñez Feijoo en Galicia: políticos más jóvenes, con trayectoria de gestores y espectro ideológico amplio.

La vicepresidencia

Asunto clave será conocer a quién nombra como ‘número dos’ del Gobierno. Algunas fuentes del PP afirman que Rajoy ya ha dicho a Soraya Sáenz de Santamaría que será vicepresidenta, pero personas que conocen al líder del PP ponen en duda que el presidente, dada su proverbial reserva, haya dicho algo así a nadie.

Al mismo tiempo, se da como segura la presencia de Alberto Ruiz Gallardón en las listas de Madrid al Congreso detrás de Mariano Rajoy, lo que supondría su salto a la política nacional. Y se le ubica igualmente como vicepresidente de ese futuro Gobierno.

El recorrido de Gallardón sería: presentarse a las elecciones locales de mayo, ganarlas, ser alcalde, y un año después renunciar para presentarse como candidato al Congreso, dejando la Alcaldía a Ana Botella.

En el entorno de Esperanza Aguirre dan como seguro que Rajoy no contará con la presidenta madrileña para su futuro Gobierno, y tampoco con las personas de su equipo cercano.

Ministro de Economía

 

Un punto clave en el futuro Gobierno del PP es quién será el “cerebro económico” de la nueva etapa, en la que habrá tanto que arreglar y enderezar.

Se descarta que el ministro sea Cristóbal Montoro, que no acaba de gustar en la dirección nacional y está bastante amortizado, además de que ha de atender asuntos privados a los que ahora se viene dedicando más.

Sigue vivo el nombre de Luis de Guindos (aunque dicen de él que es demasiado ‘financiero’), se ha manejado también el de José Manuel García Margallo, del que se destaca que es persona de confianza de Rajoy (“le está haciendo muchos papeles”, se cuenta), y por detrás aparece la figura de Fernando Becker, que fue compañero de colegio de Rajoy y con el que siempre ha estado conectado. Actualmente en Iberdrola, es doctor en Económicas y fue consejero de Hacienda en Castilla y León.

Otro departamento clave será Exteriores, donde se descarta totalmente a Gustavo Arístegui y tampoco se ve a Jorge Moragas, a pesar de su dedicación a asuntos internacionales. No se excluye que recurra a algún eurodiputado. El requisito será que el nuevo ministro tenga experiencia internacional y diplomática.

La incógnita Cospedal

Una de las incógnitas, de cara al futuro, es el papel que Rajoy dará a María Dolores de Cospedal, ‘número dos’ del partido y figura en alza. En el PP se da por seguro que en las elecciones de mayo conquistará Castilla-La Mancha y se convertirá en presidenta, sustituyendo a Barreda.

A pesar de que esa victoria le dará muchos puntos, desde el punto de vista político, será difícil de argumentar que, sólo un año después, deje la presidencia regional para entrar en el Gobierno. Otra cosa es que continúe siendo secretaria general del PP, para lo cual no existe incompatibilidad en principio.

Otros dos ministerios claves serán los de Defensa e Interior.

Los descartados empiezan a moverse

Aunque Mariano Rajoy no ha desvelado sus intenciones, porque es demasiado pronto y porque abrir ese melón significaría el comienzo de una pelea interna, los indicios que han ido trascendiendo están provocando que algunos sectores comiencen a posicionarse.

Concretamente, políticos del PP más veteranos empiezan a lanzar el mensaje de que preocupa la posibilidad de que Rajoy olvide el pasado, los treinta años de historia del partido, y en concreto “rompa” con el aznarismo, por el sistema de nombrar ministros sólo a personas de su confianza y no a los más preparados.

“Tal como están las cosas, y lo que el país necesita, si no cuenta con los mejores y sólo busca gente de confianza, será un gran error”, se escucha en esos sectores del PP.

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