Objetivo: que no vuelva a repetirse una fuga como la del agresor de José Luis Moreno. La Policía ultima un protocolo de actuación para controlar a los delincuentes peligrosos
El pasado domingo, noventa agentes albaneses y dos guardias civiles detenían en Lac (Albania) a Astrit Bushi, el asaltante del chalet de José Luis Moreno que hirió con un hacha en la cabeza al empresario y que se fugó de la comisaría de Alcobendas (Madrid). La Policía está buscando remedio a casos como éste.
Según ha podido conocer El Confidencial Digital, la Dirección Adjunta Operativa del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) trabaja en la elaboración de un protocolo de actuación para controlar a delincuentes peligrosos y evitar errores como el que se produjo con el agresor de Moreno.
Responsables policiales califican en privado la situación que se vivió con Bushi como “esperpéntica” y “de país tercermundista”. Así resumen lo que ocurrió:
-- El peligroso delincuente fue detenido en España ingresando provisionalmente en el centro penitenciario de Puerto III (El Puerto de Santa María, Cádiz). El 31 de marzo, un furgón policial le condujo hasta los juzgados de Alcobendas, en Madrid, donde debía comparecer por otro delito que se le imputaba.
-- El juez encargado de interrogarle le puso en libertad y Bushi abandonó el juzgado. Los agentes que le custodiaban, incrédulos con la situación, no pudieron hacer nada cuando Bashi les mostró el documento judicial que decretaba su libertad.
-- Al conocer los hechos, Alfredo Pérez Rubalcaba montó en cólera por este error policial y judicial. Y es que el propio ministro se había fotografiado horas antes con José Luis Moreno para ‘celebrar’ la captura de Bushi.
-- Tras permanecer unos días en Madrid, el agresor de Moreno viajó hasta Barcelona, desde donde pasó a Francia, Grecia y, por último, Albania. Allí se escondió en el municipio natal de su mujer, justo donde los agentes policiales le detuvieron el pasado fin de semana.
Ahora, como decimos, el departamento de Miguel Ángel Fernández Chico, el director adjunto operativo (DAO) de la Policía ya trabaja en la redacción de este protocolo, hasta ahora inexistente, para evitar errores como el de la puesta en libertad de Bushi. Se pretende acabar con la descoordinación entre los jueces y los policías.
