José Apezarena

Real verano en Palma

Los reyes ya están en Palma de Mallorca, acompañados de sus hijas, Leonor y Sofía. Y para ellos ha cambiado el perfil de las vacaciones, respecto a lo que se aplicó en años anteriores.

Es conocido que doña Letizia no era muy partidaria de la estancia en la isla, un tiempo que no llegó a considerar vacaciones como tales sino más bien continuación de la actividad oficial. Y por ese reducía al máximo la permanencia en Palma, para enseguida iniciar con sus hijas otro viaje, a lugar distinto, donde teóricamente empezaban las verdaderas vacaciones.

Desde que es reina, algunos de los esquemas previos y condicionamientos de doña Letizia están cambiando. Es la lógica consecuencia de encontrarse, por así decirlo, en el estadio final, y no en situación de candidata, de meritoria y de ‘princesa a prueba’, que es lo que ha sentido tantas veces desde que, hace diez años, contrajo matrimonio.

Por eso, la estancia en Palma va a resultar bastante más larga de lo que hemos visto en anteriores veranos. Protocolo y reales obligaciones mandan. Ya no le va a ser tan fácil a doña Leticia imponer sus propias reglas; pero es que además seguramente no lo intentará. Es consciente de lo mucho que ha variado su estatus personal, y por tanto de los requerimientos que tiene que atender ahora.

Por supuesto, no faltará después esa segunda etapa de descanso fuera de Mallorca, tradicional de estos últimos años. Pero ya no será, ni tan larga, ni tan secreta.

Consecuentes con esos nuevos tiempos, de mayor transparencia y claridad, que se ha propuesto implantar Felipe VI, procedimientos anteriores, de silencio y oscurantismo, respecto a ese segundo plazo, las llamadas vacaciones ‘privadas’, van a tener que desaparecer.

Tal vez podrá aceptarse que no ‘anuncien’ previamente donde serán, atendiendo a razones de discreción y de tranquilidad, e incluso a supuestos motivos de seguridad, pero no será asumible que, al término de ese desplazamiento, se siga guardando el secreto de dónde han estado y qué es lo que han hecho don Felipe, doña Letizia y sus hijas.

Cuando todavía eran príncipes, los secretismos podían tolerarse con alguna dificultad. Siendo ya reyes, no. Es lo que tiene su nueva condición.

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Twitter: @JoseApezarena

 
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