La inusual presencia de dos generales españoles en una evacuación de ucranianos
Una de las facetas del apoyo militar que España presta a Ucrania en la guerra contra Rusia es la atención sanitaria, tanto a militares heridos en el frente, como a civiles con enfermedades y a heridos en bombardeos.
Desde que comenzó la guerra, en febrero de 2022, el Ejército del Aire ha trasladado a España sucesivos grupos de ucranianos heridos.
Muchos de ellos han sido atendidos en el Hospital General de la Defensa Orad y Gajías, de Zaragoza, y otros han pasado por el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid.
En estos traslados suele participar la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER), con base en Torrejón de Ardoz (Madrid), integrada en el Ejército del Aire y de la que forman parte oficiales del Cuerpo Militar de Sanidad.
Los vuelos se realizan en alguno de los aviones del Ejército del Aire con capacidad de evacuación médica, como los A330, los A310 y los Falcon 900.
El Chivato ha podido saber que en las últimas semanas se completó un traslado a España de un grupo de diez heridos ucranianos. Lo llamativo de la operación es que participaron dos generales de brigada médicos, lo que no es nada habitual.
Como en otras ocasiones, el Ejército del Aire trasladó un Airbus A330 a Rzeszów, una ciudad del sureste de Polonia, cerca de la frontera con Ucrania, donde recogió a una decena de ucranianos con diversas heridas y los trasladó a España.
Entre los médicos que acompañaron y atendieron a los heridos en esta evacuación se encontraban dos generales de brigada del Cuerpo Militar de Sanidad.
El general de brigada médico Alberto Hernández Abadía de Barbará es el máximo responsable de la Jefatura Conjunta de Sanidad, del Estado Mayor de la Defensa. Es especialista en Medicina Intensiva.
Le acompañó el director de Sanidad del Ejército del Aire, general de brigada médico Juan de Dios Sáez Garrido, de la especialidad Oncología Radioterápica.
Si bien ambos llevan tiempo en destinos de gestión de la Sanidad Militar, y no atendiendo directamente a pacientes, decidieron unirse a la expedición, algo que, confirman médicos militares, es poco frecuente.
