A los ciudadanos mallorquines que han logrado paralizar un hotel en una playa virgen
La unidad ciudadana puede, en ocasiones, frenar a los poderosos. Es el caso de los vecinos de s'Arenal de Sa Ràpita y Es Trenc, en Mallorca, que se han movilizado para detener la construcción de un hotel y un campo de golf en una zona virgen de la isla. En un principio, han logrado paralizar los planes, aunque el camino es largo y complicado. Hechos como este deberían ser tenidos en cuenta por las administraciones: cuando los ciudadanos se oponen, hay que escucharles y valorar sus reivindicaciones. Guinda a estos mallorquines unidos por una causa común.
