Teresa Ribera, a Sánchez: si no soy comisaria europea prefiero seguir en el Gobierno

Le ha advertido de que no se ve como eurodiputada de a pie. Su continuidad complica al presidente su idea de acometer una remodelación ministerial

La cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera.
La cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera.
  1. “No me veo como eurodiputada”
  2. Prefiere seguir en el Gobierno
  3. Complica a Sánchez una crisis de Gobierno
  4. Relevar a los ministros más desgastados
  5. Ribera es de las ministras más veteranas
  6. Aspira a un cargo “top” en la Comisión
  7. Teresa Ribera ha gozado de autonomía 
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la candidata socialista europea Teresa Ribera. Foto: Europa Press
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la candidata socialista europea Teresa Ribera. Foto: Europa Press

Teresa Ribera está complicando a Pedro Sánchez abordar una inminente crisis de Gobierno. La candidata socialista no se ve como eurodiputada y se plantea incluso no recoger el acta, como ya hizo Josep Borrell en 2019. Aspira a convertirse en comisaria europea, y si no lo consigue, ha avisado de que prefiere seguir de vicepresidenta en el Gobierno.

Ribera se ha labrado un importante prestigio fuera de España. La denominada “excepción ibérica” (el mecanismo que limita los precios del gas para generar electricidad en España y Portugal) y las negociaciones en las sucesivas cumbres del clima, como la última, que sirvió para sellar un histórico acuerdo sobre los límites a los combustibles fósiles, la han convertido en una de las principales referencias en su campo. 

Sánchez siempre tuvo claro que debía ser ella quien encabezase la lista en estas elecciones, y así se lo trasladó ya a finales del año pasado, según explican en la dirección del PSOE. 

Ribera, nacida en Madrid en 1969 y madre de tres hijas, puso en un primer momento objeciones. Consideraba que su papel seguía estando en España, liderando la lucha contra el cambio climático, y solo aceptó tras un infructuoso tanteo a Josep Borrell

“No me veo como eurodiputada”

Pero sus planes, después de que los socialistas obtuvieran este domingo 20 escaños frente a los 22 del PP, no pasan ahora por ocupar un sillón en el Parlamento Europeo. Ribera es una dirigente con mucha experiencia en la gestión y poca en los actos electorales del PSOE, partido al que no se afilió hasta 2011. 

Fuentes del entorno más próximo a Teresa Ribera aseguran a Confidencial Digital que ya hace meses, cuando empezó a sonar su nombre como cabeza de lista del PSOE para las europeas, la ministra trasladó a Pedro Sánchez un mensaje contundente: “No me veo como eurodiputada”.

Teresa Ribera prefería, como manifestó en más de una ocasión, permanecer en el Gobierno. Sánchez, no obstante, apostó fuertemente por ella, al considerar que era la mejor candidata posible al 9-J tras el descarte de Borrell. Además, se comprometió con ella a pelear por que tuviera un puesto de primer nivel en la Comisión Europea.

La vicepresidenta había transmitido al presidente que su destino se encuentra en la futura Comisión, en un puesto relacionado con las áreas a las que siempre se ha dedicado: el clima y la energía. Fueron esos conocimientos los que –recuerdan en su entorno- la llevaron a conocer a Pedro Sánchez hace casi 15 años.

Prefiere seguir en el Gobierno

En la Moncloa dan por hecho que la candidata socialista entrará a formar parte de la próxima Comisión Europea tras las elecciones del pasado domingo, cuando comenzarán las negociaciones de los Estados miembros para confeccionar el principal órgano ejecutivo de la UE, abandonando un ministerio desde el que ha logrado aprobar medidas de gran alcance y pisado algunos callos. 

 

Sánchez defenderá su candidatura argumentando que forma parte de uno de los pocos gobiernos socialistas que resisten en Europa.

No obstante, advierten desde Transición Ecológica, “si el puesto logrado no es de primer nivel, ella prefiere quedarse en el Ministerio y Moncloa exploraría otras opciones”. De hecho, si la cartera comunitaria es “más pequeña”, se baraja la opción de situar a Luis Planas en la comisaría de Medio Ambiente.

Complica a Sánchez una crisis de Gobierno

En Moncloa defienden que el resultado de las elecciones del 9-J afianza la estrategia de Sánchez al frente del Gobierno. 

Pero en el escenario de tener que esperar a lograr un puesto de comisaria europea para Ribera, fuentes del Gobierno y del PSOE ven complicado que Pedro Sánchez lleve a cabo una importante renovación del Ejecutivo de forma inminente, tras las elecciones europeas.

El líder socialista no abordó esta remodelación tras el 23-J porque en La Moncloa consideraban que aún no había acabado el periodo electoral que comenzó con los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo del año pasado y ha concluido precisamente con las Europeas del pasado domingo.

Relevar a los ministros más desgastados

Sería ahora cuando abordase una crisis de Gobierno que busque impulsar al Ejecutivo y relevar a los ministros más desgastados y con más años en el cargo, según coinciden varias fuentes socialistas.

Tanto en Moncloa como en Ferraz veían con buenos ojos atajar esta renovación tras los comicios comunitarios. Sánchez ya ejecutó una profunda crisis de Gobierno durante el verano de 2021, a mitad de mandato y tras la aprobación de los indultos a los líderes independentistas.

Una fórmula que se repetiría en el mismo periodo y tras la tramitación de una medida aún más polémica, la amnistía en favor de todas las personas con causas judiciales abiertas o sentenciadas a causa del desafío separatista en Cataluña.

Ribera es de las ministras más veteranas

Durante la etapa de Sánchez liderando la oposición al PP, Ribera formó parte del llamado “Gobierno en la sombra”, un grupo de dirigentes socialistas que replicaban a los ministros de Mariano Rajoy. Después, con la moción de censura de 2018, pasó a dirigir el Ministerio de Transición Ecológica, un puesto en el que continúa, aunque desde 2020 ejerce también de vicepresidenta. 

De ese primer Ejecutivo de Sánchez solo continúan cinco miembros, sin contar al presidente: María Jesús Montero, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, Luis Planas y la propia Ribera.

Aspira a un cargo “top” en la Comisión

Sobre las preferencias de Ribera, en Transición Ecológica comentan que “en Europa pasa como en España, y solo se necesita ser diputado para presidir el Parlamento, pero no para entrar en el Gobierno. Teresa quiere entrar en la Comisión, pero para ello no necesita escaño en Bruselas”.

La vicepresidenta tercera, efectivamente, continúa siendo la “opción principal” de Moncloa para situar a un representante español en la Comisión. Además, tanto desde Presidencia como desde el Ministerio se ve posible lograr uno de los cargos más relevantes en el órgano de gobierno comunitario.

No se descarta nada, ni tan siquiera la presidencia, aunque sea el PPE quien tenga la iniciativa para situar ahí a un representante y sea, a día de hoy, “muy difícil”. Se ve con más opciones poder impulsar a Ribera como vicepresidenta o comisaria de Cambio Climático.

Teresa Ribera ha gozado de autonomía 

Hay que recordar que Sánchez siempre otorgó a Ribera autonomía en su gestión, marcando unos tiempos que no siempre coincidían con los intereses electorales de algunos barones socialistas, como en el caso del trasvase del Tajo-Segura o su posición sobre Doñana.

Su tono más especializado, “excesivamente técnico” para algunos, le ha llevado a tener que lidiar en varias ocasiones con la oposición desde dentro de las propias filas del PSOE.

La cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera.

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