Una amnistía pensada para Luis Bárcenas

El PSOE tiene en el caso Luis Bárcenas una baza política de primera para intentar desgastar el Partido Popular. Como suele decirse, hay material, hay bocado.

Sin embargo, debería medir bien sus arremetidas porque, si sobreactúa, como ya ha ocurrido un par de veces, devaluará sus argumentos y por tanto perderá la oportunidad.

Un primer caso de exceso es la afirmación de algún dirigente socialista de que, con el caso Bárcenas, el Gobierno como tal (algunos ministros) está siendo objeto de chantaje. Son palabras mayores, pero sobre todo que no encuentran fundamento en la información que se tiene hasta ahora ni en los hechos.

Un segundo ejemplo es la afirmación, ésta mantenida incluso en sede parlamentaria, de que la regularización fiscal diseñada por el ministerio de Hacienda, más conocida como amnistía fiscal, tenía como objetivo ‘salvar’ a Luis Bárcenas, por el sistema de que pudiera acogerse a ella para blanquear el dinero que había acumulado en Suiza.

A poco que reflexionen los portavoces socialistas, caerán en la cuenta de que resulta desproporcionado y descabellado porque la amnistía fiscal ha aflorado nada menos que 40.000 millones de euros. Frente a esa cifra, los 10 millones que dicen los abogados de Bárcenas resultan casi una ridiculez.

Pero es que además, como explicó ayer Cristóbal Montoro, la regularización por parte del ex tesorero del PP no es viable, porque la propia ley marca que no podrán acogerse a ella quienes estén sometidos a una investigación fiscal o judicial. Y Bárcenas cumple esas dos limitaciones.

 
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