Europa hoy: España y la confianza

De un tiempo a esta parte lo único que podría hacer el gobierno de José Luís Rodríguez zapatero es generar confianza. Intentar que nos miren con otros ojos los inversores y generar esa misma confianza de cara al interior. Pero ni eso se está haciendo. Los planes sucesivos que jamás se llevan a cabo porque nunca se han concretado. Las ideas más o menos brumosas, los brindis al sol etc. no sólo no generan la confianza necesaria sino que acaban con la poquísima de que disponemos.

Ya es problemático que el ejecutivo tuviera que dedicarse a eso, pero al menos sería algo y posiblemente fuera más rentable.

Frente a esa posibilidad todo son plazos que se repiten día tras día, cifras escalofriantes que se pretende convertir en aceptables, sonrisas vacías y clases de idiomas en el Senado.

Todo tiene un límite y nuestro saquito de confianza de cara a Europa se ha quedado vacío. No se trata de discutir si somos o no somos como Grecia, se trata de afrontar el problema fundamental que no es otro que el que nadie confía en nosotros y así no es posible que ningún plan ni que ningún proyecto – suponiendo que lo hubiera- salga adelante.

Con un ministro de exteriores desaparecido, con una vicepresidenta Económica en blanco y con un presidente del Gobierno noqueado y fuera de sitio es muy difícil levantar lo que posiblemente se nos venga encima.

Las críticas de la oposición no sirven por repetidas y porque quien tiene que escuchar hace oídos sordos. Mientras en Portugal gobierno y oposición firman acuerdos, aquí discutimos regalos de trajes o de bolsos, damos clases de idiomas o peleamos por reescribir la historia.

Y así no es posible.