La CEOE, dispuesta a plantar a Zapatero. Los empresarios estudian cortar la relación con el Presidente para “ver si reacciona ante la crisis y deja de escudarse en el Diálogo Social”

Según han manifestado a El Confidencial Digital en esas fuentes de la cúpula de la CEOE, “hasta los más moderados empiezan a hartarse de la situación”. Es el resumen que hacen del malestar que muestran algunos de los principales empresarios del país por la pasividad de Zapatero.

La percepción es generalizada y compartida, “tanto por los responsables de las multinacionales como los de las Pymes”, concretan fuentes del sector. Y es que, según comentan, la impresión que tienen es que “Zapatero rechaza todas nuestras propuestas a priori, sin mirarlas siquiera”.

“Hay que plantarse ya. No podemos ser cómplices de lo que está pasando”, manifiesta un conocido hombre de negocios, con peso en la ejecutiva de CEOE, en clara alusión, entre otras cosas, a los cuatro millones de parados que ya hay en España.

Los empresarios se quejan además de que “se nos está usando de mala manera” desde el equipo de Moncloa, ya que “Zapatero ha asegurado que antes del 31 de julio se firmará un gran pacto social para conseguir una economía sostenible,y a CEOE, a día de hoy, no nos han mandado ni un solo papel al respecto”. 

“Quedan 40 días para que ese plazo se agote y nos debatimos entre dos opciones: o firmar un pacto malo, en el sentido de que no beneficiaría a nadie, ni a trabajadores, ni a empleadores; o no firmamos nada, a sabiendas del coste político y mediático que puede tener esa decisión”. “Hoy, la opción que cuenta con un respaldo más amplio es esta última”, aseguran a ECD fuentes cercanas a los responsables de la patronal.

“El presidente está muy acostumbrado a que se le diga que sí a todo, y no tiene en cuenta que, a veces, el discurso puede cambiar”, resume uno de los interlocutores de la patronal. 

Lo que no quita, por otra parte, para que CEOE siga apostando por el Diálogo Social tripartito –entre Gobierno, sindicatos y patronal- y, en ese marco, “desea que se puedan adoptar en breve plazo todas las reformas en las que la confederación viene insistiendo desde el principio, y que son la única forma de mejorar la competitividad y crear empleo y de que las medidas de protección social en España y, en particular, la protección del desempleo, sean sustentables en el corto y medio plazo”.

En este sentido, recuerdan que se han mostrado siempre favorables a que las coberturas sociales alcancen a las personas que lo necesitan, pero es imprescindible que esas medidas se acompañen de otras “urgentes y proactivas para recuperar la actividad económica y así crear empleo”. 

Algunos indicadores del “malestar, enfado incluso” que empieza a extenderse hasta los sectores más moderados del empresariado español son, de acuerdo con algunos de los representantes consultados, “el duro discurso que pronunció Joan Rosell” en la entrega de premios celebrada la pasada semana en Barcelona, en la que el presidente de los empresarios catalanes fue especialmente crítico con la clase política.

También está siendo muy comentado el “tremendo rebote” que se aprecia en muchos responsables de las mayores empresas familiares, por el desplante que Zapatero les hizo durante la clausura de la Junta Anual del Instituto de Empresa Familiar. Tras oír cerca de una cincuenta de propuestas para impulsar la economía nacional, el presidente del Gobierno les dejó bien claro que “todas las medidas que se impulsen tendrán como prioridad a las pymes y los autónomos”. A su juicio, compañías como Barceló, El Corte Inglés, Acciona, Mango, Mercadona, Grupo Vips, Catalana Occidente y Osborne, no necesitan de la ayuda gubernamental para salir adelante y garantizar los cientos de miles de puestos de trabajo que crean y mantienen. Una respuesta que les dejó helados.