La estafa ha comenzado: el engaño de los préstamos para vacaciones que te puede costar muy caro

Fuente: EP
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Con la llegada de agosto, mes vacacional por excelencia, los españoles multiplican sus solicitudes de préstamos para vacaciones para poder disfrutar de unos días de merecido descanso. Sin embargo, son cada vez más las entidades bancarias que conceden préstamos rápidos sin tener en cuenta la situación financiera del prestatario, lo que te puede dar lugar a engaño respecto de tus posibilidades reales para devolverlo: si tienes la necesidad de sumar este préstamo a otros que ya tuvieras, podrías convertirte en insolvente dentro de muy poco, a la vuelta del verano. Si eres de los que prefiere endeudarse a no irse de vacaciones y temes por cómo saldrás adelante a partir de septiembre, te interesa este artículo.

Al inicio del periodo vacacional, el buen tiempo y las ganas de descansar durante unos días se erigen como grandes tentaciones para pedir préstamos para ir de vacaciones. ¿Pero qué pasa si después no puedes pagar esas deudas y te quedas sin salir adelante en tu vida diaria? Asoban Abogados, despacho especialista en derecho bancario, relata cómo “cada vez hay más casos de clientes que no leyeron bien las condiciones de los préstamos que pidieron para irse de vacaciones y luego caen en una situación de insolvencia financiera que apenas les permite cubrir los gastos más básicos de sus familias”. Es aquí donde entra en juego un mecanismo que tal vez desconocías, la Ley de la Segunda Oportunidad.

Incremento de los préstamos para vacaciones

Los préstamos que pedimos a los bancos para despejarnos de nuestra rutina se han disparado. Sólo entre 2021 y 2023, el incremento de los préstamos para vacaciones destinados a viajar aumentaron un 200% y el importe medio actual ronda los 6.000 euros. Además, según los últimos datos del Banco de España, las entidades bancarias que conceden préstamos rápidos en España han aumentado de forma vertiginosa hasta las 700. Un número que podría ser muy superior si se tiene en cuenta a todas las personas físicas que podrían estar concediendo préstamos entre particulares, es decir; de los familiares o amigos del prestatario.

Consecuencias de pedir préstamos personales

Las consecuencias de endeudarse de forma duradera según Asoban Abogados pueden ser:

  • Mayor endeudamiento: “Si ya tienes otras obligaciones financieras, añadir un préstamo adicional puede aumentar de forma significativa tu carga mensual, afectando a tu capacidad de pago, o incluso a situaciones de morosidad”.
  • Intereses y costes adicionales: a diferencia de los préstamos rápidos sin intereses, los préstamos rápidos “suelen tener tasas de interés más altas que otros tipos de financiación”, por lo que podrías llegar a pagar más comisiones de apertura, seguros obligatorios y tasas muy elevadas.
  • Mayor impacto en el historial crediticio: si solicitas múltiples préstamos, puede afectar a tu historial crediticio, lo que te dificultará obtener futuros créditos o préstamos en condiciones favorables.
  • Efecto bola de nieve: cuando te ves obligado a solicitar más préstamos para cubrir los pagos de deudas anteriores, se incrementa tanto tu endeudamiento total como el tiempo que necesitarás para saldar tu deuda produciéndose el efecto bola de nieve.
  • Estrés financiero: a todo ello se te sumará una preocupación constante por cómo hacer frente a los pagos mensuales, algo que afectará a tu bienestar emocional y a tu calidad de vida. En definitiva, se anularán los beneficios que buscabas cuando decidiste pedir préstamos para ir de vacaciones.

Si este es tu caso, puedes quedarte tranquilo, porque existe la conocida como Ley de Segunda Oportunidad. Se trata de un derecho establecido en la legislación vigente por el que tanto si eres un particular como autónomo y has llegado a una situación de insolvencia financiera, se pueden reestructurar tus deudas y, en consecuencia, empezar de nuevo.

Requisitos de la Ley de Segunda Oportunidad

Estos son los requisitos esenciales para aplicar la Ley de la Segunda Oportunidad a un contribuyente con residencia fiscal en España:

  • No tener antecedentes penales por delitos socioeconómicos: este requisito se implementa para evitar que alguien que ha malgastado el dinero de la sociedad y ha sido condenado por ello, luego pueda ocultar su patrimonio y solicitar la exoneración de todas sus deudas. La finalidad es prevenir la mala fe.
  • Deudas con dos o más acreedores: las deudas no pueden ser solo con un acreedor, sino con dos o más, ya sean entidades privadas o públicas como Hacienda.
  • Limitación a 10.000 euros en deudas con Hacienda y la Seguridad Social: Las deudas con estos organismos públicos sólo pueden ser exoneradas hasta un límite de 10.000 euros, por entidad.
  • Ser persona física: las empresas o personas jurídicas no pueden solicitar la exoneración de deudas, ya que para ellas existen los concursos de acreedores y el procedimiento especial para microempresas.
  • Aplicación cada 5 años: la Ley permite exonerar las deudas repetidamente. Una vez que se concede la exoneración judicial, se puede volver a solicitar después de 10 años.
  • Estar en estado de insolvencia: debes ser incapaz de hacer frente a tus obligaciones a corto plazo, es decir, no poder afrontar tus deudas diarias. Esto no implica que no tengas bienes que, si los liquidas, puedan servir para pagar dichos pasivos.

Si eres de los que se ha pedido un préstamo para irse de vacaciones y ahora temes por tu situación financiera a la vuelta del verano: tranquilo, dispones de la Ley de la Segunda Oportunidad para poder comenzar de nuevo. Como señalan los letrados de Asoban Abogados, acostumbrados a atender a todo tipo clientes: “Todo ciudadano se merece una segunda oportunidad para empezar de cero. Muchos de los clientes que han acudido a nosotros no se creían que podrían volver a ver la luz y hasta los casos más complejos se han llegado a solucionar en apenas unos meses”.

 

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