Europa hoy: gafada

Lejos de mi ánimo pensar que hay un gafe por medio, pero ya es casualidad que precisamente en la presidencia europea de Rodríguez Zapatero sea cuando Grecia está en problemas, Portugal los ve venir de cerca y hasta el euro las pasa regulares.

Y debe de ser casualidad que los jefes no se pongan de acuerdo. Sarkozy bastante tiene con lo suyo. Angela Merkel se pone de perfil –griego por supuesto- y Barroso a pesar de la tradición marinera de los portugueses, no sabe por dónde le viene el aire.

¿Y Rodríguez Zapatero? Quienes pensaban que se iba a agarrar como a un clavo ardiendo a la cosa europea se han equivocado. Se ha cansado pronto y es que los aeropuertos desgastan mucho. Es como si estuviera en el desayuno de Obama rezando para que lo del semestre europeo se convierta en un fin de semana, y además sin clases de economía.

El presidente de turno está más preocupado por el IVA y por los mítines en las autonomías que por lo de Europa, que además hay que ir con intérprete y eso es un engorro, mientras que en Andalucía, es un suponer, todos le entienden lo de las peonadas.

Europa se nos ha acabado pronto. El frenesí de reuniones de ministros ya es una carga para todos, que las organizan como a regañadientes; y la calle, que tanto preocupa a Rodríguez Zapatero, ni se entera e incluso está más preocupada por lo del IVA.

Y es que la alegría dura poco en casa del pobre. Y no estamos para tafetanes. Los griegos que se las apañen, que ya ha dicho Merkel que ni un euro. Y ‘monamisarkosí’ batallando contra Ségolène, que esa es la única alegría que llega a La Moncloa, y aunque no es mucho siempre es un alivio.

Menos mal que ‘maifrienobama’ nos va a invitar a lo de las nucleares, que siempre queda bien.

Que ya es mala suerte que nos haya tocado presidir precisamente ahora.