Pañolín rompenubes

‘Pañolín rompenubes’ era el protagonista de un cuento infantil. Una especie de mezcla entre bebé y angelito que andaba por los cielos, algo despistado, y que iba de nube en nube viviendo sus aventuras.

José Blanco es una especie de ‘pañolínrompenubes’ de la política española. La única –fundamental- diferencia es que Blanco no es nada inocente y que no va de nube en nube con buenas intenciones.

Está siempre en las nubes. Una especie de paraíso político artificial que él se ha creado y desde el que tiene sólo dos objetivos: uno fustigar por todo y para todo al Partido Popular y, otro, vendernos a los españoles burros viejos y mantas agujereadas.

Todo lo analiza desde su nube y todo lo tergiversa también desde su bien instalada situación personal y política. Hace frases que machacan de forma inmisericorde nuestros oídos.

Ya llevaba tiempo con la monserga de la cumbre, con las refundaciones –cual Santa Teresa laica- con el liderazgo mundial de Rodríguez Zapatero y con los ataques al capitalismo de Reagan, por poner un ejemplo.

Sin apenas darse respiro.-con lo que este hombre ha batallado para llevar a Obama a la Casa Blanca- se lanza como un poseso a analizar la cumbre de Washington. Blanco es hombre de eslóganes, de frases lapidarias, redondas, es como si anunciara un sopicaldo: ‘menos mercado y más estado’. Le falta garabatearlo en una pancarta y marcharse a las puertas de algún banquero de esos que se reúnen en La Moncloa. Pero no, nos lo coloca a los españoles en todos los medios de comunicación y se queda tan satisfecho.

Luego va uno y se lee lo que se ha dicho en el mundial de la economía y resulta que siguen en sus trece del mercado, de la economía más o menos capitalista, y que quieren que los estados intervengan lo menos posible.

Que –no podía ser de otra manera- ni se ha refundado nada, ni ha habido el menor debate ideológico y los chinos siguen siendo chinos y los americanos americanos. Que lo único que ha habido –si es que ha habido algo- han sido planteamientos técnicos y medidas puramente funcionales, en el mejor de los casos.

Pero nada de eso arredra a ‘pañolínrompenubes’, que ha decidido que un poquito de socialismo, no mucho para no alarmar a los banqueros que visitan La Moncloa, y un mucho de socialdemocracia es lo que se va a llevar por el mundo en los próximos siglos.

 

Si no fuera porque nos cuenta cuentos, podía pasar por un ‘cuentacuentos’. Si no fuera porque fabula, podía ser un gran fabulista. Si no fuera porque, pura y simplemente nos engaña, sería hasta enternecedor verle saltar de nube en nube.

Y, además, no le sale mal.

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