Gana el PSOE, crece el PP, ERC e IU se hunden

El resultado de las elecciones generales celebradas el pasado domingo, desde el punto de vista numérico, no deja lugar a dudas: gana el PSOE al obtener 169 diputados y pierde el PP al sacar quince diputados menos, es decir, 154. Zapatero seguirá siendo Presidente del Gobierno y, sin embargo, no está tan claro que Rajoy siga siendo líder de la oposición durante cuatro años más.

Pero en política hay algo más que los números, siendo estos importantes. Y de los resultados de las elecciones se desprenden, en una primera valoración, varias cuestiones relevantes:

1. El PP obtiene más votos que nunca: más de 10 millones de españoles le han dado su apoyo y crece cinco diputados respecto a las elecciones del 2004. Ha sido el partido más votado en nueve Comunidades Autónomas –Madrid, Valencia, Galicia, Castilla-León, Castilla-La Mancha, La Rioja, Murcia, Navarra y Cantabria- además de en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla y ha sido el partido más votado en el Senado, obteniendo 101 senadores, por 89 del PSOE.

Pero, habiendo tenido un buen resultado electoral, sin embargo, ha perdido las elecciones y Rajoy no será Presidente del Gobierno. ¿Qué pasará ahora en el principal partido de la oposición? La comparecencia de su líder en el balcón de la calle Génova en la noche electoral no ha despejado esa incógnita. Lo normal es que tanto Rajoy como la dirección del PP se tome un periodo de reflexión y hecha esta, se adopten una serie de decisiones que, como mínimo, deberían de pasar por renovar algunas caras de la actual dirección.

2. El PSOE ha ganado las elecciones con casi once millones de votos y cinco diputados más que hace cuatro años. El voto útil de la izquierda ha funcionado y es fácil pensar que los tres escaños que ha perdido Izquierda Unida hayan ido a las filas socialistas.

¿Qué hará ahora Zapatero?, y sobre todo, ¿como gobernará? El ha dicho que buscará acuerdos en las cuestiones de Estado. Si lo hace, lo que está por ver, habrá entendido uno de los mensajes que claramente le han enviado los españoles, al renovarle la confianza, porque lo han hecho, haciendo que crezcan los dos grandes partidos nacionales en detrimento de grupos nacionalistas como ERC en los que el líder del PSOE se apoyó durante la pasada legislatura.

Lo normal es que Zapatero busque la estabilidad parlamentaria con los diez diputados de CIU, para lo que tendrá que pensar que hace con el actual tripartito de Cataluña donde hay un cadáver político que se llama ERC.

3. Los dos grandes perdedores de la jornada electoral son Izquierda Unida y Ezquerra Republicana de Cataluña. La coalición presidida por Gaspar Llamazares ha tenido un retroceso de 350.000 votos y tres escaños, Un resultado pésimo que debería de conllevar el relevo de Llamazares al frente de IU.

Respecto a ERC, su bacatazo ha sido también espectacular. Ha perdido casi 400.000 votos y cinco escaños, pasando de ocho a tres. Su influencia política va a perder muchos enteros, lo cual es una magnífica noticia, porque ha sido un partido que ha condicionado en exceso la vida política en España durante los últimos cuatro años.

 

4. Hay otro perdedor, cuyo resultado electoral tiene un importante significado político. El PNV ha dejado de ser la primera fuerza política en Euskadi en detrimento del PSE que ha sido la fuerza más votada en Alava, Vizcaya y Guipúzcoa. ¿Qué pasará a estas horas por la cabeza del lehendakari Ibarretxe? ¿Cómo va a afrontar con estos resultados su desafío al Estado que supone el referéndum anunciado para el 25 de octubre de este año?

5. La novedad en estas elecciones es que Rosa Díez ha conseguido entrar en el Congreso de los Diputados. Su nuevo partido, Unión, Progreso y Democracia, ha sacado 300.000 votos en toda España, lo cual no está nada mal si se tiene en cuenta que se trata de una formación política que acaba de echar a andar. La voz de Rosa Díez se hará oír en el Congreso. Será una voz fresca y vigilante con las actitudes y políticas de Zapatero en cuestiones como la lucha antiterrorista o la política territorial.

En definitiva, las elecciones han dejado claro que la voluntad de los españoles es que siga gobernando Zapatero pero sin la hipoteca de tener que apoyarse en los nacionalistas. Al mismo tiempo, han primado al PP con un crecimiento importante pero no suficiente para gobernar. Entre los dos grandes partidos nacionales suman 323 de los 350 escaños y el 84% de los votos. El bipartidismo se ha consolidado en España.  

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